Viene a consulta una señora de 62 años para solucionar el problema que tiene con su hermana mayor.  Toda su vida han estado unidas en un círculo vicioso de agresión-sumisión.  Nuestra amiga está destrozada pues ya llegó al límite de tanta agresión. Tiene el dolor y la tristeza a flor de piel, le cuesta expresarse sin llanto.

La hermana tiene gran éxito financiero, la consultante y su hermano trabajaban para ella.  Además de tener la jerarquía en la familia, tuvo el control económico de sendas vidas laborales.

Llamaremos a nuestra amiga con el nombre de Ana, y la hermana mayor la nombraremos Maria. Ana habla acerca de como María humillaba públicamente a su hermano en el trabajo durante muchos años,  decía que tendría el placer de ver a su hermano consumirse en el cáncer de páncreas que le diagnosticaron. Y cuando éste muere de un infarto, María se lanzó al suelo donde yacía el cuerpo del hermano para decir que lo perdonaba.

Ana dice que María tiene una enorme necesidad de llamar la atención, constantemente interpreta el rol de víctima. Ante cualquier situación médica leve o irrelevante, ella lo magnificaba hasta de interrumpir los viajes internacionales o las vacaciones familiares de Ana con el argumento de estar al borde de la muerte.  Al tener María conocimiento médico, consumía altas cantidades de harinas y azúcares e inmediatamente se hacía glicemias que al resultar altas, usaba para manipular a la gente a su alrededor.

También manipuló a su padre en el lecho de muerte, María recibió toda la herencia, la cual no repartió a sus hermanos tal y como Ana le escuchó decir a su padre.

Ana estaba cansada de los malos entendidos entre ambas, uno de los últimos ocasionó que María la despidiera del trabajo.  Ana cumplió hasta el último día tal y como fue acordado.  Luego se enteró de que la hermana se quejaba con sus empleados en el rol de víctima porque supuestamente Ana abandonó sus labores irresponsablemente.

Después de cada drama que protagonizaba, María le exigía a Ana que le pidiera perdón, la acosaba, la agredía verbalmente, la humillaba, la criticaba.  Ponía a la gente en su contra, la trataba de tonta, de traidora. Ana sucumbía y terminaba pidiéndole perdón sólo para no hacer el problema mayor y terminar con la incómoda situación.  Sin embargo, el drama de la hermana era un ciclo sin fin.  Ana ya tenía dos pre-infartos, no solamente estaba angustiada por su situación cardíaca sino que también le pesaba esta relación que la hacía sentir inferior.

¿Qué es lo que hace que dos hermanas tengan esta dinámica? ¿Porqué Ana siempre:

• cede ante las demandas?
• justifica su propia pasividad?
• justifica las acciones de la hermana?
• trata de complacerla?
• siente que está en desventaja?

Ana tenía dos fuerzas internas, una la obligaba a ceder, a callar, se auto-convencía que era su única hermana y tenía que soportarla. Quería paz y si se oponía, podía ser peor. Lo que sucede es que la paz no estaba dentro de ella.  La otra fuerza era de odio, de injusticia, la culpaba de la muerte de su hermano, de haberse dejado el dinero de la familia.  Al final se siente enferma, triste, sin valor y sin ganas de vivir.

A través de dinámicas guiadas alcanzamos las situaciones que se instalaron profundamente en su comportamiento.  Uno de ellos fue cuando tenía 3 años, fue castigada por la abuelita quien prefirió a su hermana, la niña de 3 años se sintió tonta, sin valor y sin apoyo.  Sintió que no podía ser ella misma.  Logramos gestionar los recursos para transformar ese instante.

La segunda gran necesidad era una explicación de su padre (ya fallecido) sobre la herencia.  En el inconsciente gestionamos esta necesidad donde recibió las explicaciones y sintió el gran alivio que deja el perdón.  Sin embargo, el conflicto mas relevante y que explica toda la historia, lo encontramos cuando ella era una bebé recién llegada a la casa.  La primera expresión de María al verla por primera vez fue: «viene esa tonta, no la quiero».  Como bebé se sintió confundida,  triste, rechazada, quería morir, culpable, indefensa e impotente ante el recibimiento de María, todas estas emociones fueron la característica principal de su relación fraternal.

Esa era la razón por la cual se sentía en desventaja con su hermana, además, se sentía culpable tal cual intrusa que invade el lugar de alguien que vino primero al mundo, ella no encontró su propio espacio en la familia.

Cuando logramos brindar recursos a esa bebé para transformar esa información, se instaló en su interior la libertad, la comprensión, se liberó de la culpa, cultivó el valor propio, su lugar en la familia y en la vida.  Ahora tenía permiso de ser ella, gestionó el perdón y por supuesto… recuperó las ganas de vivir.

Una semana después reporta sentirse sana, liberada de todas las cargas emocionales en la relación de su hermana mayor. Se siente feliz, disfrutando de su lugar en la vida. Cultivando una relación consigo misma con base en el respeto y el amor propio.

Con este caso no pretendo indicar que toda rivalidad entre hermanos esté explicada por esta historia, muy al contrario, cada persona es única e irrepetible así como las historias del clan. La Decodificación Biológica es una herramienta eficaz para resolver los conflictos físicos y emocionales desde la raíz.

La cita la coordinamos fácil al whats app +506 83606411.